Por una experiencia de Mallorca  integradora

Biel Moll, Mallorca

9 de marzo de 2022

Está claro que los humanos necesitamos un sentido instrumental de utilidad y previsión.En cierta manera buscamos una experiencia  cerrada, con poca incertidumbre. No resulta extraño que se haya producido un desarrollo prodigioso de habilidades que permiten la estrategia, la verificación y la objetividad. Somos hábiles penetrando la realidad mediante el número, la lógica y el análisis. Nos hemos especializado en hacer abstracciones y generalizar. El concepto es nuestra guía.

Cuando muestro Mallorca a otras personas a través de una visita guiada me doy cuenta que durante ese tiempo  todo lo descrito en el párrafo anterior no es tan sólido como habitualmente suele parecer. Diría que ciertas partes del visitante tratan de expresarse casi sin querer, como si no existieran pese a estar allí siempre latentes.  Esta ambigüedad no me resulta extraña para nada. Estoy convencido que el ser humano igual que precisa control y dominio también persigue un sentido de participación y misterio. Pero en las sociedades occidentales esta parte de la película no se encuentra suficientemente reconocida ni valorada y, en consecuencia, se vive de aquella manera, casi a escondidas de uno mismo.

Entiendo que en los humanos hay un anhelo de conexión con algo más grande. De alguna manera confiamos en la existencia de fuentes inciertas pero capaz de renovarnos. Todo esto no puede colmarse dejando de lado determinadas facultades. Nuestro vínculo con el mundo también incluye imágenes y   proyecciones. No somos ajenos al influjo de la evocación. Tampoco podemos escapar del peso de la afectividad, de lo subjetivo y singular. A veces nos orientamos por simple identificación e imitación.

Cuando algo es olvidado, negado o poco reconocido resulta tentador acabar por glorificarlo. No es mi caso. Mi interés es promover una cultura donde se admita que las diferentes vías de experimentar la realidad contienen tanto méritos y ventajas como carencias, que cada vía llevada al extremo y aislada de las demás  puede derivar en excesos poco recomendables. Propongo una cultura que promueva una experiencia integradora, donde las diferentes partes del ser humano pueden encontrarse de una manera intencionada y consciente para enriquecerse y transformarse mútuamente. 

Mi empeño es  mostrar Mallorca en mis tours guiados movilizando y enlazando las diferentes facultades humanas. Una experiencia integradora permite captar las diferentes cualidades y niveles de realidad. Éste es mi punto de partida para adentrarte en la abundancia de sentidos que la isla es capaz de desprender.